María fue menor en acogida. Ahora tiene 20 años y está estudiando “para trabajar con niños” y como “forma de agradecer lo que han hecho por mí”. “Necesito poner ese cariño que a mí me han dado. Como me están dando cariño de más, pues yo tengo cariño para repartir ahora. Necesito repartirlo”. La vida le sonríe a esta joven…
