Los conflictos en esta etapa se producen porque los jóvenes necesitan abandonar el nido y esto implica un reajuste personal y familiar. Buscan reafirmación y su lugar en el mundo. Un fuerte portazo y te quedas al otro lado de la puerta sin entender muy bien el motivo de la explosión del conflicto. Después de unos minutos, abres sigilosamente la puerta…