Todo comenzó porque un familiar nos comentó que iban a ser acogedores, nosotros no sabíamos ni que esto existía. Si, de los niños sajaraguis que venían en verano pero todo esto era nuevo para nosotros.

En realidad, fueron mis hijos, de 18 la niña y 14 el niño los que comenzaron a hablar del tema y a meternos ganas a mí y a su padre.

Que si que bonito sería tener a un chiquitín correteando en casa con el vocabulario tan graciosos que tienen, que si un bebe, que ternura… y así entre risas y bromas comenzamos a tomarlo más enserio y busqué información, me puse un poco más al día en que consistía acoger y llamamos para ponernos manos a la obra.

La verdad todo fue muy seguido y mira que mi marido por temas de trabajo tardó un poco en ir a las entrevistas y test psicológicos.

Comenzamos con los cursos en noviembre 2015 y en junio ya teníamos la idoneidad.

En agosto llegó nuestro primer niño.

He hablado de mi primer acogimiento, pero han sido dos nenes cada uno a su tiempo, con la peculiaridad que son hermanos.

El pequeño llegó con tres días y lo hemos tenido hasta los 15 meses y el mayor llego después con casi dos años y ha estado con nosotros 6 meses, y se han marchado los dos juntos en adopción.

Hemos pasado un verano maravilloso y super divertido con dos chiquitines que nos han robado el corazón, ha sido una experiencia preciosa y muy intensa.

Como cualquier familia numerosa con todo lo que conlleva, con un final muy feliz por la dificultad de este caso.

Ahora es duro retomar nuestras vidas porque los tenemos presentes en cada rincón de la casa, pero muy satisfactorio por todo lo vivido y claro que repetiremos !!!