“El concepto de la adopción especial cambia espacial y temporalmente. Es un concepto correoso, que esconde una realidad un poco vergonzante y es que adopción especial es aquella en la que hay que buscar familias especiales porque las familias de la lista normal no se ofrecen a adoptar un cierto tipo de menores ya sea por cuestión de raza, sexo, edad o condición médica”, asegura Antonio Ferrandisjefe del Servicio de Adopción Nacional e Internacional de la Comunidad de Madrid.

¿De cuántos niños estamos hablando? En cifras, varían también. De un total de 675 niños adoptados en España en 2022, según los últimos datos publicados por el Observatorio de Infancia del Ministerio de Derechos Sociales sobre adopción nacional, 62 eran niños con discapacidad.

Los niños con discapacidades permanentes sensoriales, enfermedades físicas y discapacidades psíquicas o intelectuales son los tres grandes grupos de menores considerados de adopción especial. 

Los niños con discapacidad intelectual son los que tienen más complicado encontrar familia, ya que suponen un mayor número en comparación con otras discapacidades, pero menos familias se ofrecen a adoptarlos.

“La discapacidad intelectual es una barrera que muy pocas familias se atreven a traspasar y, sin embargo, es la más necesaria, no porque haya muchos casos sino porque los pocos que hay tenemos que encontrarles una familia”.

Esta discapacidad “supone un desafío importante”, admite Ferrandis, y las familias que se ofrecen a adoptar a estos menores suelen estar “muy sensibilizadas por estos temas, son conocedoras de esta realidad por familiares cercanos o incluso ya tienen alguna discapacidad en su propia familia”.

Las familias que se ofrecen para adopción especial, en cualquiera de sus categorías, no deberán cumplir con ningún requisito adicional a los existentes para el procedimiento convencional. No obstante, subrayada el jefe del Servicio de Adopción Nacional e Internacional de la Comunidad de Madrid, su ofrecimiento tiene que ser “meditado y fundamentado, tienen que estar preparados para ello”.

“Tendrá que ser, simplemente, un ofrecimiento realista con las posibilidades de la familia“. En cualquier caso, “en ningún caso se trata de convencer a la familia a que haga un ofrecimiento incompatible o que no sientan. El único factor que ha demostrado el éxito en las adopciones es el entusiasmo, no el dinero, ni la experiencia, ni la edad, ni la formación cultural”

Las fases para realizar una adopción especial son:

  1. Ofrecimiento: la familia se ofrece a través de una instancia para adopciones especiales.
  2. Reunión informativa: cada cierto tiempo, se les explica la realidad de la adopción, las familias que hacen falta y se les pregunta si quieren seguir adelante.
  3. Formación: el grupo, ya reducido a la mitad, acude a un curso de formación de varias sesiones, para prepararse y reflexionar sobre el significado de la adopción y, en el caso de adopción especial, lo que supone el acompañamiento del niño, su aceptación, defensa ante terceros, integración en la familia, etc.
  4. Estudio psicosocial: psicólogo y trabajadora social realizan las entrevistas y visitas oportunas a la familia.
  5. Valoración y aceptación del ofrecimiento por parte de la Comisión de Tutela del Menor.
  6. Periodo de espera hasta que se necesite el ofrecimiento. Llegado el momento, se hace la propuesta a la familia, acepta y se inicia la convivencia con la familia.

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